¿Qué es el Factoring?
De seguro en el mundo financiero habrás escuchado hablar del factoring; lo cierto es que los últimos años han hecho de este término uno de los más conocidos, sobre todo luego de la promulgación de la ley 19.983 en el 2005 mediante la cual se le conceden herramientas a esta actividad y a las empresas que la usan, con el fin de regular su proceder.
Es así como los expertos concuerdan en que el factoring es una herramienta de carácter financiero que le permite a las empresas pequeñas y medianas obtener la liquidez necesaria para continuar ejerciendo sus funciones. Esto es posible a través de la venta de las letras por cobrar (sea una factura electrónica, un recibo, cheques, pagaré o letra), que se realiza luego de firmar un contrato de cesión.
En este sentido, el factoring plantea la compra por parte de una empresa dedicada a ello, de los derechos a que da lugar una factura; es decir, al cobro de la misma. Esto le permite a las pymes transformar las cuentas por cobrar en recursos líquidos inmediatos a cambio de un descuento en ellas, que suele ser del 10%; siendo este el margen de ganancia de las empresas de financiamiento.
¿Quiénes participan en el Factoring?
Cuando hablamos sobre esta herramienta es necesario destacar los actores que se involucran en ella. Es así como, debemos mencionar al vendedor, al cliente y a la compañía de factoring que es quien asume (tras la compra de la factura electrónica) las responsabilidades del documento a cambio de un % de ganancia asociado a él; de esta manera, será la empresa de factoring quien (luego de haber firmado la cesión de la factura) se entienda con el deudor hasta finalmente obtener el pago.
En estos casos, el vendedor se desvincula de la relación de deuda que existe entre él y el deudor/cliente. Asumiendo así su rol la empresa de financiamiento, quien a su vez se encargará de comunicarle al cliente el estado actual de la deuda.
LEE: ¿En qué Consiste el Proceso de Factoring?
¿Cuáles son los beneficios asociados al Factoring?
Pues bien, son muchas las ventajas esgrimidas por los expertos y que se asocian al factoring, sobre todo para las Pymes. De entre ellas podemos mencionar las siguientes:
- Liquidez inmediata; con ello debemos referirnos al hecho de que en ocasiones las empresas pequeñas venden bienes o prestan servicios a empresas de mayor tamaño, con quienes firman facturas a mediano plazo, es decir a 30, 60, 90 e incluso 120 días. - ver nota al finalizar el artículo-
Esto más temprano que tarde puede traducirse en un problema de liquidez, ya que la empresa pequeña no puede hacer uso de esa ganancia en los días anteriores al plazo. El factoring por tanto le concede la oportunidad de continuar sus actividades o resolver los inconvenientes que pueda presentar.
- Externalización de cobranza; en relación a este punto, cuando la empresa decide vender la factura electrónica o cualquier otro documento que implique un cobro, la misma estará traspasando las funciones asociadas a la cobranza de la deuda. Liberándose así del tiempo y recurso que trae consigo esta labor.
- No produce endeudamiento alguno; recuerda que el factoring plantea la compra de las letras de cobro por una empresa especializada en ella, a cambio de un % asociado a la deuda (por lo general no es mayor al 10%) de esta manera, el vendedor no corre el riesgo de endeudarse con la empresa de financiamiento pues la naturaleza de la actividad no es crediticia.
- Se asegura la entrada constante de dinero; así la empresa tendrá la capacidad para funcionar en todo momento, reduciendo así las probabilidades de pérdida o inamovilidad.
- Se simplifica la contabilidad.
Muchos señalan al factoring como una de las alternativas de financiamiento más llamativas en la actualidad, lo cierto es que sus beneficios son múltiples y la inversión asociada a ella es relativamente baja. Lo que la hace ser ideal para las Pymes, pues las mantiene activa en todo momento sin importar los plazos asociados a los pagos de las deudas.
¿Cuáles son los inconvenientes que plantea el factoring?
No todo es color rosa, pues el factoring también nos plantea ciertos inconvenientes que debemos tener en cuenta al momento de recurrir a esta herramienta de financiamiento. A continuación te los planteamos.
- No es un método de financiamiento que puede ser usado a largo plazo; recuerda que el mismo funciona siempre y cuando exista una factura electrónica o cualquier otro documento por cobrar; de lo contrario el factoring pierde su razón de ser.
- Algunos deudores no son aceptados por la compañías de factoring; esto dependerá de los parámetros que consideren las empresas para comprar las letras por cobrar.
- La empresa de factoring elige las cuentas a cobrar más solventes o de mayor calidad; no olvides que al igual que tu las compañías dedicadas al financiamiento operan bajo la lógica de maximizar sus ganancias y minimizar sus pérdidas; por tanto, es lógico que las mismas no admitan deudas cuya probabilidad de pago es baja.
Esta sería más tu responsabilidad que la de ellos, analiza bien tus clientes ya que una situación similar puede traducirse en una pérdida para ti.
En OpenFactura queremos darte a conocer el máximo de tus posibilidades y beneficios, por ello nos dedicamos a hablarte sobre temas que de seguro impulsarán tu crecimiento.
Actualización
El día 3 de Enero del presente año el Presidente Sebastián Piñera promulgó la Ley de Pagos a 30 días la cual tenía como objetivo reducir los plazos de pagos a los cuales se comprometían las grandes empresas, en relación a sus contrapartes más pequeñas.
En este sentido, se estableció desde la publicación de la ley reducir los plazos de 120 días a 60, para luego llegar a 45 y finalmente alcanzar los 30 días tras dos años de ser publicada. Así se garantizaría la protección y se promovería por tanto la creación de pequeñas empresas.